La falta de mano dura por parte de la Comunidad de Madrid agrava el problema y aumentan los casos
Desde que la Comunidad de Madrid confinó a los 23.755 residentes del área de salud Andrés Mellado del barrio de Chamberí, sus habitantes no han podido volver a salir de la zona salvo en muy contadas ocasiones por razones de trabajo o de urgencia. El cierre indefinido de la demarcación se impuso por la rápida expansión del virus, que en menos de un mes había convertido al área de salud de Andrés Mellado en la zona con más incidencias de toda la Comunidad. Esta medida de confinamiento se publicó como decreto en el Boletín Oficial de Madrid el 21 de diciembre del año pasado, y a los pocos días se les avisó a los habitantes a través de la prensa y por mensajes de SMS del Ayuntamiento. “El confinamiento no nos pilló de sorpresa, porque cuando se decretó éramos una de las zonas con más COVID de Madrid, lo que nos está sorprendiendo es la duración”, explica a este periódico Gonzalo Díaz, un vecino de la zona de 43 años que confiesa cierto “cansancio pandémico”. Y es que dos meses después de la imposición de esta medida los contagios por coronavirus en vez de disminuir han aumentado con 1.157 nuevos casos por cada 100.000 habitantes, mientras en el pasado diciembre se registraron 416 casos por cada 100.000 habitantes.
Los datos ofrecidos cada semana por la Consejería de Sanidad indican que el confinamiento de Andrés Mellado no ha servido para nada, en cualquier caso tan solo ha logrado agravar el problema. Mientras que la Comunidad de Madrid ha decidido no pronunciarse acerca de este problema para evitar la noticia del fracaso, los habitantes de la zona no dejan de quejarse, indignados ante la falta de eficiencia de las autoridades competentes y de la Consejería de Sanidad. Sin embargo, estos mismos vecinos siguen agrupándose en las terrazas de los bares al sur de la zona confinada para pasar el tiempo libre y, muchas familias y amigos se reúnen en las casas de sus vecinos para hacer ocio. Este periódico considera que las medidas son insuficientes cuando la Comunidad de Madrid en vez de ajustarse a lo establecido dentro del Boletín Oficial permite mil excepciones a al cumplimiento del confinamiento, como por ejemplo el salir por causas que no son estrictamente urgentes, el permitir que varios grupos de personas se reúnan en espacios que claramente no cumplen las medidas de seguridad, el aprobar la expansión de las terrazas de bares y restaurantes para dar cobijo a más personas, la falta de agentes de seguridad que aseguren el cumplimiento de las medidas establecidas… en definitiva, cuando la gestión de la Comunidad se convierte en un coladero de infracciones es bastante difícil que una zona afectada por el coronavirus pueda llegar a recuperarse. "Yo entendía que nadie podía entrar ni salir, pero especialmente los jueves, viernes y sábados esto es un ir y venir de jóvenes, terrazas abarrotadas sin mascarillas..." se lamenta Carmen, otra vecina confinada. La Comunidad de Madrid debe endurecer las medidas en Andrés Mellado e instalar un sistema eficaz de seguridad que asegure el cumplimiento de las restricciones hasta que los resultados que aporte la Consejería sean mejores. Sino, los residentes de esta zona de Chamberí pasarán muchos más meses confinados.
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